20070813
Escuchando a nuestro cuerpo
El ser interno es nuestra verdadera identidad. Sin embargo, la mayor parte del tiempo vivimos una personalidad exterior sufriente y desarmónica. Podemos comenzar a aflorar nuestro ser interno con ejercicios sencillos tales como prestar atención a los signos vitales. Elijamos unos momentos de privacidad y concentremos nuestra atención en, por ejemplo, el latir de nuestro corazón. Podemos hacer lo mismo con la respiración, siendo concientes del aire pasando por nuestras fosas nasales y llegando a los pulmones. Conocer nuestro cuerpo nos ayudará a formar una unidad armónica entre el mundo tangible y el intangible.
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