Ayer salió publicado en la BBC de Londres una nota sobre un estudio del tiempo. Steve Taylor, quien enseña desarrollo personal en la universidad de Manchester, ha publicado un libro titulado "Haciendo tiempo". En él, argumenta que podemos extender nuestras vidas "desacelerando" el tiempo. Para Taylor, los factores son la comida sana, el ejercicio y la estabilidad. Desarrolla la teoría perceptiva de William James, psicólogo del siglo XIX, y concluye que el tiempo está relacionado con la cantidad de información recibida del mundo que nos rodea.
Taylor dice: "Información -no de libros ni de internet, sino a través de nuestra percecpción del mundo- es lo que estira el tiempo y a medida que la gente envejece, cada vez son menos las experiencias nuevas". "Hay menos novedades en nuestras vidas y uno se acostumbra al mundo, se le hace familiar. Al absorber menos información, el tiempo se encoge". Cree que esto puede deberse a la capacidad del cerebro de percibir el tiempo es afectado por las unidades de información que debe procesar.
Por otro lado, Mike Hall, asesor de deportes y autor de "En honor a lo lento", dice que "si las ondas del cerebro están sincronizadas con el ritmo del corazón, el cuerpo entra en el estado conocido como 'la zona'; es como jugar en cámara lenta y alejarse del tiempo lineal".
Finalmente, Taylor recomienda: "Asegúrese de que su vida esté repleta de todas las experiencias nuevas que sea posible. Si vive una vida rutinaria, el tiempo siempre se acelerará, pero si hace el esfuerzo de viajar a nuevos lugares, de exponerse a nuevas situaciones, nuevos retos -incluyendo alto tan sencillo como cambiar el camino al trabajo, o un nuevo pasatiempo-, el grado de novedad desacelerará el tiempo".
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