El ser interno tiene una necesidad inevitable de conocimiento. En el nivel objetivo, lo sentimos claramente. Sin embargo, existe una confusión en cuanto a reprimir tal inclinación. Se suele decir que no seamos curiosos, pues la curiosidad mató al gato. Quizás debamos replantear la palabra misma. La "necesidad" interior de averiguar información puede ser neutra, sin embargo, debemos reflexionar sobre nuestra intención de uso de la información que consigamos. Si nos mueve un ansia de saber alguna respuesta debido a un interés egoísta o inútil, entonces, deberíamos abstenermos de averiguarlo. Pero si nos mueve un interés y convencimiento que dicha información será útil a la humanidad, entonces, obtendremos la respuesta. Revisemos siempre la utilidad que pensamos darle a la información que pretendemos inquirir.
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